La pasión por los derechos de la mujer y la cultura de América Latina llevó a Laura a trabajar para ONU Mujeres como Especialista Regional de Evaluación en Panamá. Ella lucha diariamente con las campañas y misiones de lobby para asegurar que las mujeres de todo el mundo reciban los derechos y la protección que se merecen, pero todo vale la pena al final.

¿Cómo terminó trabajando para las ONU en América Latina?

Ha sido un viaje a largo plazo. Me he centrado en un objetivo: trabajar en las Naciones Unidas, mejorar las condiciones de la mujer para que sea más independiente y libre. Cuando terminé mi carrera, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, trabajé en la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional, en Madrid, donde desarrollé mis capacidades y aumenté mis conocimientos en cuanto a desarrollo y evaluación. Fue allí donde también empecé a pensar en subir un peldaño más en mi carrera, trabajando para las Naciones Unidas en América Latina.

¿Qué dificultades ha tenido que superar?

El proceso de contratación de la ONU fue muy exigente y tuve que hacer un gran esfuerzo para mejorar mi nivel de Inglés. En el terreno sentimental, fue para mi muy difícil dejar a mi familia y amigos en Madrid. Ahora, sufro cuando viajo y no veo a mis hijos (4 y 2 años de edad) durante una semana.

¿Qué le inspira de su carrera?

Las mujeres implicadas en nuestros programas de cooperación. La mayor parte de ellas han sufrido situaciones de violencia dramáticas, física y sexual, no tienen oportunidades económicas, y no son representadas en esferas políticas o en el sector privado. Trabajan muy duro con nosotros para cambiar esta situación, esto me inspira mucho.

¿Cuál seria su “pequeño consejo?

Nada llega solo. Usted tiene que esforzarse para conseguir sus sueños. Invierta en usted mismo y no se detenga hasta alcanzar sus metas.

¿Tiene usted una cita motivacional favorita?

“mientras más compartimos, más tenemos ”, de Leonard Nimov